De espaldas a la campaña

Esta mañana no se hablaba de otra cosa. Ni el día después de un derby Barça-Madrid, una única temática no copaba la mayoría de desayunos de los españoles. Quién ganó el primer debate de la campaña electoral? Zapatero o Rajoy?

Los que vieran el "debate" (podríamos llamarlo también monólogos de ambos candidatos) habrán sacado sus propias conclusiones, ya sea por afinidad/rivalidad ideológica o por su capacidad de análisis política.

Por lo que he oído y leído en los diarios de hoy (los medios, siempre tan objetivos, titulan a su manera apoyando descaradamente a su "preferido"), la cosa anduvo bastante ajustada. Ninguno de los dos candidatos se mostró convincente y el debate quedó bastante descafeinado. Lo más comentado en las tertulias de bar han sido los papeles de Rajoy con sus propios datos de inseguridad y delincuencia, y el rifirrafe final sobre "terrorismo de las victimas".

Como digo, mi valoración se basa en lo que oigo y leo en los bares y en los medios escritos, ya que en esta ocasión he decidido ponerme de espaldas a la campaña. No seguí el primer debate económico entre Solbes y Pizarro (que dicen que ganó el ministro socialista con "un solo ojo") y ayer preferí cenar fuera en buena compañía que intentar discernir cual de los dos candidatos me levantaban mejor la camisa.

Mi voto, si no ocurre una hecatombe, ya estaba decidido des de antes de la pre-pre-pre-pre-campaña (es decir el 15 de marzo de hace 4 años), y los debates poco harán que cambie de opinión.

Que queréis que os diga, así se vive mucho mejor? Igualmente te informas porque en cualquier tertulia estos temas salen a colación pero como mínimo no te pasas dos semanas indignado/fascinado por infinidad de promesas que luego caen en saco roto.

Y a los que siguen la campaña con nerviosismo aun les queda uno o dos debates más, no? Que no les pase nada.
Las conclusiones, como siempre, la noche electoral o el 10 de marzo. Volverán a ganar todos? No me gustaría trabajar en el gabinete de prensa de según que partido aquella noche (la de los cuchillos largos será una broma, a su lado)