Distintos perros con las mismas pulgas
Como si de una droga se tratara no hay noche que perdone mi cita con los programas deportivos radiofónicos. En contadas ocasiones, y debido al cansancio, he intentado serle infiel a este hábito que me acompaña desde hace una década cuando descubrí "la noche deportiva" con el programa Goles de José Maria Parralo.
Confieso que aunque sólo sea por espacio de diez minutos estoy enganchado a sus voces, a sus comentarios sobre la actualidad deportiva, a sus contertulios y a los debates que se generan.
Normalmente inició mi travesía nocturna por las ondas con José Ramón de la Morena y "El Larguero". Es el programa líder desde hace unos ocho años y es el que tiene primero la opinión a los protagonistas polideportivos de la jornada, ya sean los futbolistas, Fernando Alonso (contrato millonario mediante), tenistas, Gasol o otros personajes de la galaxia deportiva.
Como periquito que soy (ni antibarcelonista ni promadridista), me aburren los programas de Cataluña Ràdio y RAC1, "Els Millors anys de la nostra vida" y "No ho diguis a ningú", porque son boletines sobre el FCBarcelona y debate tras debate. Qué si Ronnie tiene las uñas largas, que si Oleguer lee a Almudena Grandes, que si Deco se lleva a Messi de parranda. Escucharlo algún día no está mal pero escucharlo a diario no me apetece y menos este año que estamos en la Champions.
Así que, como no quien quiere la cosa, vuelvo al "Larguero". Ya quedan lejos aquellos años en que un joven De La Morena osó hacerle sombra al líder hasta la fecha de la radio nocturna deportiva en España, el genuino, José Maria García. En esos tiempos este periodista era todo un referente pero que se perdió por su enemistad con según que presidentes, jugadores, dirigentes y rifirrafes con el mismo de La Morena.
Aun me acuerdo de los apodos de butanito, "abraza farolas" y otras lindezas que se intercambiaban, a pesar de que nunca simpaticé con García, por usar su programa para defender sus intereses o el de sus amigos.
En ese momento, de La Morena me gustó por eso. Era información llana, deporte en estado puro, simpático y fresco pero sin otras guerras que contra el propio García o las ya sabidas tiranteces con el locuaz Javier Clemente (habría que estudiar el porque de su buena relación).
Muy a mi pesar, en los últimos dos años estoy detectando que el periodista de Brunete ha dado un giro y ha radicalizado posturas y opiniones contra cada vez más gente, llegando a perder hasta las formas. Para no ir más lejos, ayer llamó "gordito", "mentiroso" y no se cuantas cosas más al presidente del Valencia, que cualquier día optará por querellarse contra de La Morena.
También llama la atención la guerra que ha abierto contra José María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, y que no parará hasta que consiga desbancarlo de su sillón.
He allí el problema que tiene De la Morena, y que en su momento provocó la caída de José María García, cuando confundes tu programa en un panfleto para defender tus ideas (que crees las buenas y las únicas), intereses o amistades. "El Larguero" ha perdido la frescura que me atrajo en sus inicios, esta perdiendo un poco el mundo de vista y la soñada "objetividad" (si de verdad existe) y sólo me mantiene un cierto interés por conocer la opinión de los protagonistas a los que entrevista.
Lastima que, sin la competencia radiofónica nacional en el ámbito deportivo nocturno que debería haber y que le apriete, no creo que vaya a cambiar y seguirá radicalizando su discurso, hasta que…? Hasta cuando? La audiencia le permitirá todos sus excesos y le seguirán a pies juntillas?
Tiempo al tiempo, pero vaticino que si sigue así "El Larguero" tiene fecha de caducidad.
Confieso que aunque sólo sea por espacio de diez minutos estoy enganchado a sus voces, a sus comentarios sobre la actualidad deportiva, a sus contertulios y a los debates que se generan.
Normalmente inició mi travesía nocturna por las ondas con José Ramón de la Morena y "El Larguero". Es el programa líder desde hace unos ocho años y es el que tiene primero la opinión a los protagonistas polideportivos de la jornada, ya sean los futbolistas, Fernando Alonso (contrato millonario mediante), tenistas, Gasol o otros personajes de la galaxia deportiva.
Como periquito que soy (ni antibarcelonista ni promadridista), me aburren los programas de Cataluña Ràdio y RAC1, "Els Millors anys de la nostra vida" y "No ho diguis a ningú", porque son boletines sobre el FCBarcelona y debate tras debate. Qué si Ronnie tiene las uñas largas, que si Oleguer lee a Almudena Grandes, que si Deco se lleva a Messi de parranda. Escucharlo algún día no está mal pero escucharlo a diario no me apetece y menos este año que estamos en la Champions.
Así que, como no quien quiere la cosa, vuelvo al "Larguero". Ya quedan lejos aquellos años en que un joven De La Morena osó hacerle sombra al líder hasta la fecha de la radio nocturna deportiva en España, el genuino, José Maria García. En esos tiempos este periodista era todo un referente pero que se perdió por su enemistad con según que presidentes, jugadores, dirigentes y rifirrafes con el mismo de La Morena.
Aun me acuerdo de los apodos de butanito, "abraza farolas" y otras lindezas que se intercambiaban, a pesar de que nunca simpaticé con García, por usar su programa para defender sus intereses o el de sus amigos.
En ese momento, de La Morena me gustó por eso. Era información llana, deporte en estado puro, simpático y fresco pero sin otras guerras que contra el propio García o las ya sabidas tiranteces con el locuaz Javier Clemente (habría que estudiar el porque de su buena relación).
Muy a mi pesar, en los últimos dos años estoy detectando que el periodista de Brunete ha dado un giro y ha radicalizado posturas y opiniones contra cada vez más gente, llegando a perder hasta las formas. Para no ir más lejos, ayer llamó "gordito", "mentiroso" y no se cuantas cosas más al presidente del Valencia, que cualquier día optará por querellarse contra de La Morena.
También llama la atención la guerra que ha abierto contra José María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, y que no parará hasta que consiga desbancarlo de su sillón.
He allí el problema que tiene De la Morena, y que en su momento provocó la caída de José María García, cuando confundes tu programa en un panfleto para defender tus ideas (que crees las buenas y las únicas), intereses o amistades. "El Larguero" ha perdido la frescura que me atrajo en sus inicios, esta perdiendo un poco el mundo de vista y la soñada "objetividad" (si de verdad existe) y sólo me mantiene un cierto interés por conocer la opinión de los protagonistas a los que entrevista.
Lastima que, sin la competencia radiofónica nacional en el ámbito deportivo nocturno que debería haber y que le apriete, no creo que vaya a cambiar y seguirá radicalizando su discurso, hasta que…? Hasta cuando? La audiencia le permitirá todos sus excesos y le seguirán a pies juntillas?
Tiempo al tiempo, pero vaticino que si sigue así "El Larguero" tiene fecha de caducidad.
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