Mama quiero ser taxista!!!
Hace ya algún tiempo que me rondaba por la cabeza escribir sobre un colectivo que me parece bastante interesante: los taxistas. Últimanente mi trabajo me ha llevado a viajar y a unir lazos con estos personajes (los llamo así con todo el respeto y cariño porque hay cada pieza que te quedas helado), así que me parecía interesante profundirzar en la medida de lo posible sobre su trabajo, su pensamiento y su ley víal ( por llamarlo de alguna manera ya que no existe para ellos).
Aunque parezca contradictorio, los taxistas más desagradables me los he encontrado en Madrid saliendo de la nueva Terminal T4. Llego yo con mi simpatía habitual, mi corbata y mi bolsa (que haría las funciones de maletín) y les indico que me lleven al punto de destino. De forma rápida, debe ser por mi acento Montilla, detectan que vengo del reino del caos, del Tripartit y de la Ciudad sin ley. A pesar de que, como decimos en mi tierra "han de tenir els cullons pelats" de llevar clientes catalanes, fruñen el ceño cuando me oyen. Para romper el hielo, tal y como hacemos con algunos vecinos en los ascensores, les pregunto por el tiempo, el tráfico y temas superfíciales porque si sale el tema de la política "cagada habemus".
Recuerdo un día que tenía que ir a Ifema, y como era la segunda vez que iba conocía cual era el camino más veloz. Ni corto ni perezoso, lo saludo, hablamos de la lluvía (que no la dorada) y le pregunto si no le importaría ir por el peaje. Considero que no fui tan osado pero su respuesta no dejaba un apice de duda. Le parecí impertinente. Estabamos hablando animandamente y cuando le dije el camino se le cambió el rostro y pam, no me dijirió más la palabra ni para despedirse. Sobre decir que me quede estupefacto, pero como también decimos en mi territorio "qui paga mana", así que me quede bastante tranquilo.
Otro ejemplo. Nos trasladamos a la capital del Turía donde los catalanes tampoco es que seamos recibidos con los brazos abiertos. Eran casi las onze de la noche. Salgo de un acto en el Palacio de Congresos (que maco, que maco!!) y derrotado por la pesadez del evento me dirijo al hotel. Busco durante 10 minutos y no encuentro ningún vehículo SP con luz verde. Sin saber el rumbo echo a andar ( caminante no hay camino que se hace camino al andar). De repente se obra un milagro y aparece un taxi que se dirije hacia mi con paso firme y decidido. Levanto el brazo y se para. Me pregunta donde voy ( aclaro que iba cerca de la Plaza del Ayuntamiento donde se reunen todos en las Fiestas de San José) ya que era su última carrera y quería ir a cenar. Me ve cara de buena gente y me dice:
-Enga sube chaval!
Empezamos a hablar y mi acento vuelve a delatar mi procedencia. A eso que me lanza la primera puya.
-Tu eres catalán no? Afirmativo-contesto yo! Y luego me dice: -Allí hablais castellano? Claro le digo, por ejemplo en mi casa lo hablamos ya que mi madre es castellano hablante. No contento con eso me suelta:
-Los papeles oficiales llegan todos en catalán? Viendo por donde iban los tiros, le contesto que si provienen de la Generalitat de Cataluña digamos que obviamente si. En ese momento se frega las manos y me dice que si a él le llegará cualquier papel, demanda, o factura en valenciano o catalán que se negaría a pagarlo porque no le representa. No se puede imponer una lengua me dice, y eso es culpa de la democracia. Que peso se debía quitar de encima el pajaro. Decido no entrar al trapo y desvio el tema hacia el precio de la vivienda. El taxista, que andaba guerrero, me suelta que la subida de los precios le recuerda a antes de la guerra civil cuando la sociedad se dividia en ricos y pobres, sin clase media y que esto acabaría mal. Por suerte, a lo lejos veo mi hotel, me cobra y nos despedimos. Sino fuera porque estaba de servicio me hubiera tomado un lingotazo para olvidar sus comentarios. Vaya tela de taxista, y seguro que como él piensan muchos valencianos!
A la vuelta de Valencia cojo el avión. Veinte minutos de viaje en primera clase y llegamos. Al llegar pillo un taxi destino para mi casa. El taxista es colega. Fisioterapeuta pero por los avatares de la vida se gana mejor el pan de cada día llevando gente. Hablamos de todo un poco, el tiempo (estaba lloviendo), mi trabajo, su trabajo, sus viajes, su pareja, su hijo, el fútbol. Parece como si nos conocieramos de toda la vida pero no era así. El chaval no tiene un pelo de tonto, habla mucho pero sabe escuchar. Cuando llegamos a mi casa nos despedimos y me dice : un placer coincidir con gente como tu! A eso-sin decirselo-pienso: - Con que clase de gente debe tratar cada día??
De la forma de conducir de los taxistas obvia decir que son los reyes de la calzada, tienen carril propio compartido con el bús pero se cambian cuando les viene en real gana, y pobre del que no se aparte que recibe un bocinazo y unos espavientos dignos de un campo de fútbol. Por lo que a mi vista alcanza, la mayoría se han instalado GPS's pero depende de la hora te siguen llevando por los caminos que mejor les convengan para aumentar su caché. En definitiva, un "submundo esto del taxisimo".
Ahh, para otro día dejo las dístintas tipologias de taxis y como evoluciona sus interiores, desde los auntenticos muebles con 4 ruedas a los maxi tunnings, pero eso lo dejamos para otra ocasión! Sólo un último consejo: no dejen de interactuar con los taxistas, para bien o para mal!
Hace ya algún tiempo que me rondaba por la cabeza escribir sobre un colectivo que me parece bastante interesante: los taxistas. Últimanente mi trabajo me ha llevado a viajar y a unir lazos con estos personajes (los llamo así con todo el respeto y cariño porque hay cada pieza que te quedas helado), así que me parecía interesante profundirzar en la medida de lo posible sobre su trabajo, su pensamiento y su ley víal ( por llamarlo de alguna manera ya que no existe para ellos).
Aunque parezca contradictorio, los taxistas más desagradables me los he encontrado en Madrid saliendo de la nueva Terminal T4. Llego yo con mi simpatía habitual, mi corbata y mi bolsa (que haría las funciones de maletín) y les indico que me lleven al punto de destino. De forma rápida, debe ser por mi acento Montilla, detectan que vengo del reino del caos, del Tripartit y de la Ciudad sin ley. A pesar de que, como decimos en mi tierra "han de tenir els cullons pelats" de llevar clientes catalanes, fruñen el ceño cuando me oyen. Para romper el hielo, tal y como hacemos con algunos vecinos en los ascensores, les pregunto por el tiempo, el tráfico y temas superfíciales porque si sale el tema de la política "cagada habemus".
Recuerdo un día que tenía que ir a Ifema, y como era la segunda vez que iba conocía cual era el camino más veloz. Ni corto ni perezoso, lo saludo, hablamos de la lluvía (que no la dorada) y le pregunto si no le importaría ir por el peaje. Considero que no fui tan osado pero su respuesta no dejaba un apice de duda. Le parecí impertinente. Estabamos hablando animandamente y cuando le dije el camino se le cambió el rostro y pam, no me dijirió más la palabra ni para despedirse. Sobre decir que me quede estupefacto, pero como también decimos en mi territorio "qui paga mana", así que me quede bastante tranquilo.
Otro ejemplo. Nos trasladamos a la capital del Turía donde los catalanes tampoco es que seamos recibidos con los brazos abiertos. Eran casi las onze de la noche. Salgo de un acto en el Palacio de Congresos (que maco, que maco!!) y derrotado por la pesadez del evento me dirijo al hotel. Busco durante 10 minutos y no encuentro ningún vehículo SP con luz verde. Sin saber el rumbo echo a andar ( caminante no hay camino que se hace camino al andar). De repente se obra un milagro y aparece un taxi que se dirije hacia mi con paso firme y decidido. Levanto el brazo y se para. Me pregunta donde voy ( aclaro que iba cerca de la Plaza del Ayuntamiento donde se reunen todos en las Fiestas de San José) ya que era su última carrera y quería ir a cenar. Me ve cara de buena gente y me dice:
-Enga sube chaval!
Empezamos a hablar y mi acento vuelve a delatar mi procedencia. A eso que me lanza la primera puya.
-Tu eres catalán no? Afirmativo-contesto yo! Y luego me dice: -Allí hablais castellano? Claro le digo, por ejemplo en mi casa lo hablamos ya que mi madre es castellano hablante. No contento con eso me suelta:
-Los papeles oficiales llegan todos en catalán? Viendo por donde iban los tiros, le contesto que si provienen de la Generalitat de Cataluña digamos que obviamente si. En ese momento se frega las manos y me dice que si a él le llegará cualquier papel, demanda, o factura en valenciano o catalán que se negaría a pagarlo porque no le representa. No se puede imponer una lengua me dice, y eso es culpa de la democracia. Que peso se debía quitar de encima el pajaro. Decido no entrar al trapo y desvio el tema hacia el precio de la vivienda. El taxista, que andaba guerrero, me suelta que la subida de los precios le recuerda a antes de la guerra civil cuando la sociedad se dividia en ricos y pobres, sin clase media y que esto acabaría mal. Por suerte, a lo lejos veo mi hotel, me cobra y nos despedimos. Sino fuera porque estaba de servicio me hubiera tomado un lingotazo para olvidar sus comentarios. Vaya tela de taxista, y seguro que como él piensan muchos valencianos!
A la vuelta de Valencia cojo el avión. Veinte minutos de viaje en primera clase y llegamos. Al llegar pillo un taxi destino para mi casa. El taxista es colega. Fisioterapeuta pero por los avatares de la vida se gana mejor el pan de cada día llevando gente. Hablamos de todo un poco, el tiempo (estaba lloviendo), mi trabajo, su trabajo, sus viajes, su pareja, su hijo, el fútbol. Parece como si nos conocieramos de toda la vida pero no era así. El chaval no tiene un pelo de tonto, habla mucho pero sabe escuchar. Cuando llegamos a mi casa nos despedimos y me dice : un placer coincidir con gente como tu! A eso-sin decirselo-pienso: - Con que clase de gente debe tratar cada día??
De la forma de conducir de los taxistas obvia decir que son los reyes de la calzada, tienen carril propio compartido con el bús pero se cambian cuando les viene en real gana, y pobre del que no se aparte que recibe un bocinazo y unos espavientos dignos de un campo de fútbol. Por lo que a mi vista alcanza, la mayoría se han instalado GPS's pero depende de la hora te siguen llevando por los caminos que mejor les convengan para aumentar su caché. En definitiva, un "submundo esto del taxisimo".
Ahh, para otro día dejo las dístintas tipologias de taxis y como evoluciona sus interiores, desde los auntenticos muebles con 4 ruedas a los maxi tunnings, pero eso lo dejamos para otra ocasión! Sólo un último consejo: no dejen de interactuar con los taxistas, para bien o para mal!
8 comentarios:
Pero, em pregunto jo: és estrictament necessari haber-la de fer petar amb els taxistes? POdrà en Francesc, algun dia, una estona, romandre en silenci...?
Amic Enric, ja saps que això em costa! Però... has vist que al cine veient la Casino Royale estava quasi mut?? em sembla que he parlat poc,jajaa!
MI querido doctor viver. Es verdad que dentro del mundo del taxi como en todos los mundos hay cada elemento de cuidado no solo en madrid sino en toda españa o caso te crees que los de Barcelona son mas santos? Sobre el echo del acento degraciadamente es asi en el resto de españa con los catalanes y en catalunya con los que no son catalanes. Pero no generalicemos y con el buen senyi que nos caracteriza hagamos ver que no siempre los politicos son el espejo de su sociedad.
Boty, no lo relaciones todo con la política. No seas cansino!!
querido doctor todo se relacciona por lo mismo o acaso se os critica por lo guapos rubios y altos que sois todos? Os pasa porque vuestros politico van por españa haciendo amigos y claro eso pasa factura. Asi que la relaccion es mas que justificada no cansina.
Lo de alto y guapo lo dices por mi Tito?? harás que me sonroje, jajja!
si tontin
Tio soc el -Toro. Per fi ja he vist el teu blog.Molt maco tot.
Per cert l'hora en que escrius es la que apareix a sota?
Que no tens res més afer ales 5 de la matinada!!!!
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