La conga de Raikkonen se lleva el gato al agua

El pasado domingo, el circuito de Interlagos (Brasil) fue escenario de una carambola que dio el campeonato del mundo al corredor finlandés Kimi Mattias Raikkonen. Hasta la fecha acumulaba dos subcampeonatos y su fama de gafe y "bon vivant" corrían como la pólvora por todo el paddock.

En los días siguientes a su victoria se han publicado una serie de perfiles que retratan y confirman su leyenda de deportista alejado de los hábitos aconsejables que deberían tener las figuras de primer nivel. En cambio, muchos ven en el la esencia de los verdaderos corredores de la F-1 en los años 70 y que se mostraban mucho más cercanos a las debilidades, gustos y vicios humanos (fiestas, alcohol y una vida poco ordenada).

Os dejo unas cuantas frases y anécdotas que ejemplifican que Raikkonen rompe los canónes que ha impuesto la F-1moderna.

"En una ocasión, a diez vueltas del final, ¡casi me duermo de aburrimiento! Me distraje, mi nivel de concentración bajó un poco y tomé la curva tres demasiado abierto."

"Qué haces en tu tiempo libre? En verano pesco y hago el amor; en invierno… la pesca está muy mal" (su mujer fue Miss Finlandia)

Unos de sus modelos es James Hunt, díscolo piloto que corrió en Mclaren en l976 y destacado por sus juergas y rebeldía, seudónimo que ha utilizado Raikkonen para registrarse de incógnito en algunos hoteles o para disputar una carrera de motos de nieve en su país natal justo antes de empezar el Mundial. A pesar de estar prohibido por Ferrari, Iceman compitió durante dos días y 900 kilómetros con los tipos más competitivos del mundo en esas circunstancias, y se llevó el gata al agua.

Por esas coincidencias de la vida, Kimi descubrió el mundo del motor cuando iba para figura del hockey hielo pero se hartó de madrugar y competir por la noche y buscó refugió en los karts. El tiempo ha demostrado que no se le ha dado mal del todo.

De pasada recuerdo que el año pasado cuando era piloto de Mclaren abandonó en el circuito urbano de Mónaco. No fue el único abandono de esa temporada ya que fue absolutamente aciaga para la escudería de las flechas plateadas. Cuando su motor dijo basta, Kimi, ni corto ni perezoso se refugió en el yate de unos amigos suyos a tomarse el vermú (su bebida preferida es el vodka, que ingiere en cantidades rusas) en vez de ir al garaje a analizar las razones del abandono.

Digamos que en el equipo no sentó nada bien.

Casualmente o no, el destino quiso que Ron Dennis, mandamás de Mclaren conociera a Raikkonnen en una fiesta y le convenciera de dejar Sauber y unirse a su escudería. Desconozco que tipo de evento era y el carácter de su conversación.

Personalmente me alegro de la victoria de Kimi en el campeonato y que no triunfe siempre "lo políticamente correcto". Kimi, no cambies tu forma de vivir la F1 que tarde o temprano da sus frutos.